Esta era la visión de no futuro que ya para mediados de los años setenta tenían muchos jóvenes que veían como la sociedad se enfrentaba a una crisis profunda. Parecían haber sido llamados por los hombres de la
escuela de Fráncfort (
Adorno,
Horkheimer,
Marcuse, etc...) a llevar de un modo personal la teoría crítica. La industria musical cultural había generado un cúmulo de grandes escenarios, donde megaestrellas pop llenas de luces, vestuario y contratos millonarios con las grandes discográficas, simbolizaban la realidad de un estilo de vida que no identificaba a muchos jóvenes que se sentían día a día cada vez más marginados por el sistema. Londres fue el epicentro, la crisis del petróleo sumada a otros factores habían traído como resultado una importante desocupación, crecimiento de los barrios pobres, falta de respuestas y la perspectiva de un horizonte negro a aquellos sueños de realización que habían sido la meta de las generaciones anteriores.
La distancia entre la producción cultural y la realidad a la que se enfrentan muchos jóvenes de la generación de esa época se fue haciendo tan evidente que la grieta comenzó a originar un emergente. Algunos invirtieron el dinero, que les daban en las interminables colas de desempleo, en una guitarra eléctrica. En los garajes se empezaron a escuchar ruidos, los chicos no tenían ni tiempo ni dinero para aprender lo que la sociedad decía que debía saberse para empuñar un instrumento. Las guitarras se convirtieron en fusiles, tenían mucho que decir y para eso no hacía falta tener una voz privilegiada sino todo lo contrario, una voz que gritara realidades.
El underground estaba tomado, ya no habitado por proyectos de estrellas sino por la más significativa muestra de respuesta cultural a la cultura dominante, muchos jóvenes estaban demostrando que su mundo no tenía nada que ver con el que las generaciones anteriores habían soñado. Todos los símbolos, los parámetros estéticos y todo lo que representara la sociedad quedaba del otro lado de la valla que la misma realidad les había impuesto.
La cuestión era diferenciarse de ese sistema que los había marginado por completo. Crestas que se elevaban por sobre los engominados y prolijos cabellos de los Lores. Borceguíes y ropa militar de fajina, que además de ser la única accesible por provenir de las remesas de tiendas militares, denotaban una posición alejada del utópico sueño de paz y amor de la generación hippie y una actitud de lucha contra los parámetros sociales.
Como toda cultura alternativa generó su propio circuito, tiendas como la de Malcon McLaren donde la ropa reciclada era la opción, lugares donde los grupos se reunían ante un precario escenario y pequeñas discográficas como Chiswick que nucleaban a la escena musical punk.
El punk crece y la sociedad ya no puede ignorar que algo está pasando. En 1976 Sex Pistols firma contrato con EMI. Una verdadera paradoja, una importante discográfica, digno ejemplo del establishment, hace negocios con el hasta entonces más virulento grupo de la escena punk. La compañía dijo: «Sex Pistols es un grupo pop de esa forma musical conocida como punk rock. Fue contratado por EMI sólo con fines de grabación en octubre de 1976. Según la opinión de nuestros ejecutivos, era un grupo desconocido que prometía. Al igual que muchos otros grupos de diferentes tendencias que hemos contratado, inicialmente controvertidos, pero que con el tiempo fueron aceptados y contribuyeron mucho al desarrollo de la música moderna». Sin duda el texto de EMI se anticipaba en ciertos aspectos al futuro del no futuro. El punk firmaba su acta de defunción prácticamente en el instante que se reconoce su nacimiento. Pero Jhon Lydon, por entonces Jhonny Rotten, la voz de los Pistols y un hombre de una inteligencia poco común, tenía bien sabido su papel. Anarchy llega al puesto 12 en su semana de lanzamiento y EMI queriendo evitar problemas saca de circulación el disco. Los Sex Pistols califican de ilegal la acción y aprovechan la conferencia de prensa para tildar a Mick Jagger y a Rod Stewart de excrementos sagrados. El divorcio le cuesta a EMI 25.000 libras y el resultado se lee claro: punk 1 establishment 0.
Sex Pistols son prohibidos en casi todos los lugares de la gira que habían dispuesto por el país, de 23 lugares solo pudieron realizar su concierto en tres. La música punk sigue creciendo sorteando todo tipo de control. Cruza a Nueva York y de allí al resto de Norteamérica, con exponentes como los Ramones, The Stooges, MC-5, etc... A todo esto los Pistols firman con la discográfica A&M un contrato millonario, pero con el disco God Save The Queen listo para la distribución, la compañía decide prescindir de ellos. La explicación fue que los integrantes del grupo habían destruido los baños de la compañía, habían intentado violar a un par de secretarias y atacaron a un disc jockey. Lo cierto fue que otros artistas del sello exponentes del rock clásico como Rick Wakeman de Yes, Peter Frampton, y otros, hicieron a los directivos una amenazante petición: «o nosotros o ellos». Los Pistols están prohibidos en radio y televisión, sus recitales solo se informan de boca a boca y tocan en lugares como el cine de Londres o en la discoteca Lafayette bajo el seudónimo de SPOTS (Sex Pistols on Tour Secretely). Irónicamente se suben a tocar sobre un lanchón llamado Queen Elizabeth, durante una gran fiesta en el palacio de Buckingham. Las cámaras de T.V. muestran la carroza de la reina Isabel II, seguida por su corte. Por el Támesis, a la par del desfile, navega el grupo que tiene prohibido tocar sobre tierra firme, cantando «dios salve a la reina / ella no es un ser humano...». Media docena de embarcaciones policiales los obligan a amarrar y les ordenan silencio. No escuchan, tocan No Fun, les cortan el suministro de energía, terminan presos después de una batalla de bastonazos y patadas. El single God Save the Queen es el más vendido durante las celebraciones reales, ahora distribuido por Virgin, el sistema intenta controlar las energías de los jóvenes y capitaliza sus productos malditos generando paradojas increíbles. Lydon es golpeado cada dos por tres y su provocativo deambular por las calles se vuelve peligroso contra él mismo, sin embargo se rechaza la propuesta de ponerle guardaespaldas ya que eso lo colocaría en igual posición que las estrellas pop.
The Clash tampoco puede tocar en suelo inglés, la otra mitad de la anárquica criatura más brillante que el punk haya engendrado es deslumbrantemente coherente entre sus letras y su forma de vida. En París graban para un programa de t.v. y ante las repetidas peticiones de parte de los técnicos para que bajen el volumen deciden ir al baño para luego de un tiempo volver al set con las ropas pintadas con inscripciones que se leían en pantalla fácilmente: Vous êtes tous des putains. En Bélgica tocan en un festival de Jazz donde les llueven latas de cerveza. Mick Jones detiene la banda y dice: «si quieren que sigamos, retiren a la gente de seguridad». Nadie se atreve, «echadlos», recién allí los belgas comprenden el mensaje de los tipos que sangrando, en algunos casos, sobre el escenario, hacen notarles que su agresión estaba mal dirigida. The Clash dice «bien, sigamos», pero en lugar de tomar sus instrumentos del piso, toman las latas y empiezan a tirarlas sobre la audiencia. The Clash es a los Pistols lo que fueran los Stones a los Beatles, un paso más allá. Atraen menos chicos en busca de pogo y salivazos y más intelectuales. Proponen más, hablan de política, de soluciones futuras, de revolución y sobre todo de acción. Son la guerrilla empuñando guitarras como fusiles. El universo político, económico y social son expresados por ellos en una doble tarea: palabras y hechos. Canalizando el nihilismo hacia una política radical contestataria los Clash estaban lejos de la otra forma de vivir elpunk, forma cuyo máximo exponente era sin duda Lydon: «yo nunca he tenido puntos de vista políticos, ni los tendré. Me he preocupado siempre de mí mismo y seguiré haciéndolo».
En Estados Unidos las diferencias se hacían evidentes. Dee Dee Ramone, decía por ejemplo: "Los punk británicos son unos amargados. Cantan canciones sobre el problema de no tener trabajo y eso no puede ser muy alegre, nosotros también estabamos en el paro cuando empezamos y eso no nos impidió hacer canciones divertidas. Ellos tienen una mentalidad muy negativa. Y odian Estados Unidos. ¿Cómo se atreven?". Lo cierto era que el punk crecía y que cada uno tomaba lo que más le convencía haciendo que el abanico de actitudes y propuestas se abra de manera desmedida. La pulsion que había generado al punk empezaba a desvirtuarse, corromperse, resignificarse y a variar en muchos aspectos. El establishment, como ocurre siempre con lo emergente, encontró la vieja receta, encontrándole al punk un lugar adentro y mostrando su gran capacidad de adaptar todo aquello que pueda comercializarse. Así las vidrieras de las cadenas más importantes mostraban en alguna de sus vidrieras remeras con inscripciones como Punk Rules o dibujos de cadenas, alfileres de gancho y demás símbolos característicos del movimiento. Estados Unidos manejó el tema de otra manera, mucho más americana. Mientras Gran Bretaña ve al punk como una amenaza, los norteamericanos no pierden el tiempo; los grupos de éxito pasan del underground al sistema rápidamente, anulando en cierto sentido, con esa actitud más liberal, la esencia misma del movimiento. Después de las revoluciones sociales propuestas por beatniks, hippies, etc... Estados Unidos simplemente no resistió. El punk parecía un negocio más que una amenaza. Allí también florecieron de la noche a la mañana innumerables grupos underground que en lugares como el mítico C.B.G.B. reunían a los aficionados de cosas nuevas. Así el estallido generó una nueva escena en la esfera artística. Todos en la misma bolsa; quien fuera nuevo a fines de los 70 era sinónimo de punk, fuera Talking Heads, Devo, u otros artistas que aunque estaban lejos de la radical propuesta punk debían compartir ese circuito alternativo que había emergido de la grieta entre necesidad de cambio y la propuesta que hasta el momento ofrecía el mercado del entretenimiento
Punks
![](https://lh3.googleusercontent.com/blogger_img_proxy/AEn0k_vBZuN7cNONr2GWnY35InVOkoUTfwl7aw6N0ElbMqQ65MxIshQ6GsQzyd_5gwbuDHL0b7GlBgXgzscg9l4h5EmLO9RYa5aAF4HRQCHibx6nrouf3B80LuLwYF0VbJmrGzlMfwa--jgPyeePX0f1Lu8UEWHtdi_vrZ0GdwpS38atqQUJEl9NZigO=s0-d)
Punks bebiendo y fumando en una calle de
Bogotá, las tribus urbanas se desarrollan en las grandes ciudades.
El punk apareció en los Estados Unidos, principalmente Nueva York (Estados Unidos), como movimiento musical a mediados de la década de los 1970, tomando como base agrupaciones de rock duras y violentas como The Stooges de donde saldría Iggy Pop y MC5 de la ciudad de Detroit
El origen del punk se sitúa en una sociedad anglosajona entonces saturada de clichés y convenciones estereotipadas. Jóvenes de los dos países, inspirados por las actitudes transgresoras del rock -y en especial por el sonido del garage rock-, comenzaron a mostrar sus propias formas de rebeldía contra los roles socioculturales, que consideraban hipócritas y tensos, expresándolo a través de transgresiones y provocaciones estéticas, musicales y culturales. El punk fue primeramente un fenómeno estético-musical, que generó una moda generacional en los 1970, que más tarde fue tomando la forma de un movimiento estético-filosófico que se convertiría en una cultura
La filosofía y la estética punk
La forma originaria del punk era un tipo de rock sencillo y ruidoso para expresarse con sus propios medios y conceptos. Entre los primeros grupos musicales representantes del punk están The Ramones, The New York Dolls, The Velvet Underground, la banda de Lou Reed, Blondie, Black Flag y la cantante Patti Smith, también oriunda de Detroit.Pero,antes de llegar a estados unidos ya existían grupos en el Reino Unido donde proliferarían agrupaciones como Sex Pistols, The Clash, The Damned, Siouxsie & The Banshees, The Pretenders, The Jam, The Cars, The Stranglers y
Adam & The Ants, además de David Bowie y Marc Bolan de T. Rex, quienes también lo exploraron. Los Ramones se presentaban a sí mismos como banda de rock, sin pretensiones declaradas de mensaje directamente innovador o rompedor salvo en lo musical.
Por otro lado había una forma de transgresión, buscando liberarse de los estigmas sociales. Esta rama no daba explicaciones y buscaba incomodar a lo establecido chocando, ofendiendo y molestando al
buen gusto, la moral y la tradición. Se buscaba básicamente la provocación a través de demostraciones de transgresión estética o giros de lenguaje contradictorios, absurdos o insolentes. Es el estilo que popularizaron los Sex Pistols, relacionado ligeramente al nihilismo y otras formas de escepticismo.
Más adelante, especialmente con la aparición del hardcore punk y marcado por la herencia de la actitud del colectivo Crass, se hizo presente todo un abanico de enfoques de crítica social, posicionamientos políticos, y afinidad a campañas de protesta. El ejemplo musical más clásico son Crass y The Clash.
La filosofía punk puede resumirse en:
- "Hazlo tú mismo" o "hazlo a tu manera".
- Rechaza los dogmas y cuestiona lo establecido.
- Desprecia las modas y la sociedad de masas (aunque su estética también puede considerarse una moda preestablecida por el punk).
En sus canciones, estas bandas expresan un serio descontento con los sistemas e instituciones que organizan y controlan el mundo. En ocasiones también la música sirve de plataforma para propuestas filosóficas e ideológicas. Durante la década de los 80, el punk en Estados Unidos estuvo permeado de contenidos políticos, principalmente progresistas, en oposición al gobierno conservador de la época. Ejemplos de esta época son las bandas Dead Kennedys y Bad Religion. En Europa, el punk es una música especialmente utilizada como medio de difusión por gente afín a movimientos políticos y sociales "outsiders", mayoritariamente de izquierda, aunque existe una corriente de derecha que lo utiliza.
Contenido político
El movimiento punk no es un movimiento políticamente posicionado, aunque sí ha tenido un componente de crítica sobre el malestar de la juventud sobre el rumbo de la sociedad contemporánea. Por lo pronto el punk siempre se ha mostrado como una corriente que discrepa de los estereotipos de estilos de vida y expectativas juveniles del "establishment", la educación convencional, las reglas de la estética, y los medios de comunicación de masas, sin embargo ello no conlleva necesariamente la adopción de una ideología política específica.
Cuando la música punk y la cultura punk contiene algún mensaje político, deja atrás el nihilismo y decadentismo original. Aparecen mensajes con carga social, esta línea de mensaje se esbozaba a veces en el punk original, aunque, más que una intención política premeditada, era más bien un fenómeno reactivo de creación, ante una sociedad que consideraba estrecha. Variando de intensidad según el tiempo o el lugar, las afinidades ideológicas del movimiento punk se han manifestado en el ecologismo.
fuente:
http://es.wikipedia.org/wiki/Movimiento_punk